Hay una casa cerca del mar que cae a pedazos, uno no podría notarlo si solo pasa frente a ella, la cosa es que al entrar está deshecha.
El tapiz de los muebles se ha raspado, la pintura en las paredes se ha desgastado, hace tiempo que al baño no le sirve el excusado, y al piso le faltan mosaicos.
Podría culpar al tiempo, diría que fue el paso de los años el causante de los estragos, todo sería falso.
La casa siempre estuvo rota, siempre le fallaba algo que no se reparaba nunca.
La casa rota rompió a sus habitantes, los habitantes rompieron la casa, y lo mismo en sentido contrario.
Los habitantes se van llevando la casa consigo, la casa rota dejo rotas su almas para hacerse cabida.
Hay una casa rota cerca del mar que los vio crecer, hay almas rotas que anhelan regresar, hay una esperanza inútil de reparar la casa rota, y un miedo inclemente de que sea irreparable.
Me fascino.
Bonito, como todo lo que escribes.
Me alegro de que hayas vuelto a llenarnos con tu escritura.
Un abrazo
¡Me ha encantado, muy bonito!
Hay una esperanza de que puedas regresar…un anhelo de poder seguir leyendo lo que sientes…una tristeza de que te hayas ido para siempre…¿dónde estás?
Te esperamos.
Nieves