Para estar informados: ¿Qué paso en Kenia?

El otro día estaba pensando en las cosas que la gente comparte en redes sociales, en como el color de un vestido puede ser tema de discusión de tantas personas por internet mientras que temas de mayor relevancia son apenas mencionados. Eso me llevo a la idea de que quizá haga falta más información, o, como la información existe, más difusión de la información. Es por ello que hoy el tema es Kenia.

Seguro ya todos han escuchando acerca de la matanza que ocurrio el 2 de abril (el jueves santo) en la Universidad de Garissa, entre la frontera de Kenia y Somalía, en la cual perecieron 148 personas  la mayoría de los ellos eran estudiantes, probablemente sepan que los responsables de dicha matanza han sido militantes del grupo extremista islámico Al Shabab.

Podría resultar interesante saber que Al Shabab ha sido vinculado con Al Qaeda, aquellos que llevaron a cabo los atentados del 11 de Septiembre del 2011 cuando derrumbaron las torres gemelas. Se dice que el grupo Al Shabab surgió de otro llamado al- Ittihad al- Islami (AIAI) que fue financiado por, Osama bin Laden, el ex dirigente de Al Qaeda.

Al Shabab tiene sede en Somalia, y claro, pretende que Somalia se convierta en un estado islámico, también pretenden expandir el islam y acabar con las religiones distintas.

Pero ¿por qué masacrar estudiantes? Quizá para demostrar al mundo el objetivo de su grupo terrorista. Se dice que los terroristas mataron solo a los cristianos, mientras que a los musulmanes los separaron. Se sospecha que el actor intelectual era un profesor de la misma universidad por lo que fueron directamente al aula usada por los cristianos para rezar la oración matutina.

Después de todo lo dicho me siento obligada a hacer una observación, retomando el parrafo inicial ¿por qué la gente habla poco de esto en las redes sociales? Por no mencionar la difusión escasa en los medios de comunicación. En este sitio se dice que la poca resonancia de la masacre en Kenia es debido a una idea preconcebida de África, nos recuerda que las víctimas no escogen dónde nacen, simplemente son de donde son y que este razonamiento debería servirnos para dejar de clasificar a las víctimas por su nacionalidad, credo, color de piel.

Personalmente encuentro muy curioso el hecho de que, nosotros como sociedad, clasifiquemos a las victimas y seamos selectivos en las noticias que leemos y escuchamos, otorgando más importancia a aquellas que nos afectan directamente, cuando, al hablar de la masacre de Kenia se habla de un conflicto de índole ideológica, religiosa, de clasificar a la gente por su religión.